¿Por qué el irrigador es esencial durante el tratamiento de ortodoncia?

La higiene dental es aún más crucial cuando estás en tratamiento de ortodoncia. Los brackets pueden acumular placa y restos de alimentos, creando un ambiente propicio para la formación de bacterias, lo que puede llevar a caries o enfermedades en las encías. Aunque el cepillado y el uso regular de hilo dental son esenciales, el hilo puede resultar difícil de usar con los aparatos, lo que hace que el irrigador bucal sea una excelente herramienta complementaria para mantener los dientes limpios durante este proceso.

Los irrigadores orales no sustituyen el hilo dental, pero son una gran adición a tu rutina de limpieza, asegurando que tus dientes estén lo más limpios posible y libres de residuos.

¿Cómo utilizar el irrigador bucal?

  1. El reservorio para el agua debe ser llenado.
  2. Seleccionar y colocar la punta destinada para cada caso particular.
  3. Seleccionar la presión de la irrigación. Se recomienda comenzar con una presión baja e irla aumentando progresivamente hasta llegar a la presión deseada.
  4. Desplazar la punta del dispositivo por la zona que se desea limpiar y permitir que el irrigador actué suficiente tiempo en cada zona.
  5. Si se utiliza para toda la boca, se recomienda comenzar por los dientes posteriores e ir avanzando hacia los dientes anteriores progresivamente.
  6. La punta debe ser deslizada por el borde de la encía y también por el borde de los dientes. Además la punta debe tener una inclinación de 90º con respecto a la superficie que se desea limpiar.
  7. Cerrar la boca ligeramente para no salpicar el agua hacia el exterior de la boca.
  8. Apagar el dispositivo al acabar el procedimiento.

Con estos sencillos pasos, lograrás una limpieza bucal efectiva, eliminando restos de comida y reduciendo el riesgo de infecciones o inflamaciones.