¿Qué tipo de alimentos debemos introducir o mantener en nuestra alimentación para asegurar nuestra salud bucal? En primer lugar, el más importante de todos: El agua. El agua es indispensable para la vida y nos proporciona una buena hidratación para todos los tejidos. Además, beber agua estimula la producción de saliva, que neutraliza las bacterias que se encuentran en la boca.
Los alimentos crujientes como las manzanas, las zanahorias o las ramas de apio comidas a mordiscos son una forma genial de limpiar la boca y los espacios interdentales. Podemos incluirlos en ensaladas o consumirlos como snacks entre horas.
La dieta ideal para unos dientes sanos
También los alimentos ricos en polifenoles como las legumbres, las frutas y verduras de color rojo (fresas, arándanos y frambuesas, berenjena y remolacha), y bebidas como el té rojo y el té negro deben formar parte de nuestra alimentación. Los polifenoles actúan como un bactericida natural, haciendo que las bacterias de la boca no proliferen.
La vitamina C contenida en frutas como la naranja, los kiwis o verduras como el pimiento y el brócoli también hace que sean buenas para la salud dental, ya que ayudan a mantener el colágeno en las encías.
El calcio y el fósforo forman parte de la estructura de distintos tejidos, entre ellos los dientes, y podemos encontrarlos en los lácteos y en sus derivados: yogures y quesos.
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