¿Has llevado ortodoncia recientemente o estás a punto de terminar tu tratamiento? ¿Has oído hablar de los retenedores dentales y tienes dudas sobre qué son o cómo deberías utilizarlos? En nuestra clínica especializada en Ortodoncia en Calahorra te asesoramos en todo lo que necesites para mantener tu sonrisa perfecta. ¡Sigue leyendo!
¿Qué son los retenedores dentales?
Los retenedores dentales son dispositivos que se colocan una vez finalizado un tratamiento de ortodoncia para mantener los dientes en su nueva posición. Su función es evitar que los dientes vuelvan a moverse, algo que puede ocurrir de forma natural si no se da un soporte de retención adecuado.
Aunque muchas personas creen que el tratamiento termina cuando se retiran los brackets o alineadores, la realidad es que la fase de retención es igual de importante. De hecho, no llevar retenedor o usarlo de forma incorrecta puede provocar una recidiva, es decir, que los dientes regresen parcial o totalmente a su posición anterior.
Tipos de retenedores tras la ortodoncia
Una vez finalizado un tratamiento de ortodoncia, el ortodoncista valora qué tipo de retenedor es más adecuado para mantener los resultados. Existen principalmente dos tipos: los retenedores removibles y los retenedores fijos. Cada uno tiene características, ventajas e indicaciones distintas.
Retenedores removibles
Los retenedores removibles son dispositivos que el paciente puede ponerse y quitarse, generalmente durante la noche. Los más conocidos son:
- Retenedor tipo Hawley: de acrílico y alambre. Tradicional, resistente y ajustable.
- Retenedor tipo Essix: transparente, hecho a medida, más estético y discreto.
Se suelen indicar en pacientes con buena colaboración, higiene adecuada y estabilidad oclusal. También son ideales cuando se busca comodidad, ya que permiten quitarlos para comer o cepillarse los dientes. Eso sí, requieren constancia: si no se usan como se indica, pueden perder eficacia.
Retenedores fijos
Los retenedores fijos consisten en un alambre fino que se adhiere de forma permanente en la cara interna de los dientes (normalmente de canino a canino). No se ven y están pensados para llevarse durante años sin quitarlos.
Son ideales para casos con mayor riesgo de recidiva o en pacientes menos constantes con el uso de retenedores removibles. También se suelen colocar en la arcada inferior, donde el apiñamiento tiende a volver con más facilidad.
¿Cuál es mejor?
La realidad es que no existe un tipo de retenedor “mejor” para todos los casos. La elección depende del tipo de ortodoncia realizada, los movimientos dentales corregidos, la edad del paciente y sus hábitos.
En la mayoría de tratamientos se combinan ambos sistemas para obtener mayor estabilidad a largo plazo. La clave está en seguir las indicaciones del ortodoncista y acudir a las revisiones periódicas para comprobar que todo evoluciona correctamente.
¿Cuánto tiempo hay que llevar los retenedores?
Esta es una de las preguntas más frecuentes cuando termina la ortodoncia, y la respuesta no es única: depende del caso. Lo que sí es seguro es que los retenedores son imprescindibles para mantener los resultados del tratamiento a largo plazo.
Durante los primeros meses tras la retirada de brackets o alineadores, los dientes todavía pueden moverse con facilidad. Por eso, se suele recomendar llevar el retenedor removible todo el día (excepto al comer o cepillarse), o bien mantener el retenedor fijo sin interrupciones. Esta fase suele durar entre 3 y 6 meses, pero puede extenderse según la estabilidad de la oclusión.
Pasada la fase inicial, si el retenedor es removible, se suele indicar su uso solo durante la noche. Esta rutina puede mantenerse durante años, o incluso de forma indefinida en algunos casos, para prevenir desplazamientos progresivos. Los retenedores fijos, por su parte, se pueden mantener durante 5, 10 años o más, siempre que estén en buen estado y no haya complicaciones.
Preguntas frecuentes
¿Los retenedores se notan o duelen?
Los retenedores no suelen doler, pero es normal notar una ligera presión al principio, sobre todo en los primeros días de uso. Esa sensación es señal de que están cumpliendo su función.
En cuanto a si se notan, los removibles transparentes (tipo Essix) son muy discretos y apenas visibles. Los fijos, al estar pegados detrás de los dientes, no se ven desde fuera, aunque pueden sentirse con la lengua hasta que te acostumbras.
¿Cuándo debo cambiar mi retenedor?
Un retenedor removible puede durar entre 1 y 5 años, dependiendo del uso y cuidado. Deberías cambiarlo si está deformado, agrietado o roto; ha perdido ajuste y ya no encaja bien o huele mal o está muy deteriorado, incluso tras la limpieza.
Los retenedores fijos no se “cambian” como tal, pero es importante revisarlos en consulta regularmente. Si se despegan o el alambre se rompe, deben repararse cuanto antes.
¿Puedo comer o beber con el retenedor puesto?
Depende del tipo de retenedor:
- Removibles: no debes comer con ellos puestos. Se recomienda retirarlos para comer o beber algo que no sea agua, ya que los alimentos pueden dañarlos o mancharlos.
- Fijos: puedes comer con normalidad, pero hay que evitar alimentos duros o pegajosos que puedan despegar el alambre o dificultar la higiene.
En ambos casos, mantener una buena limpieza es clave para evitar caries, sarro o mal aliento.
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